Este tipo de masaje fija su atención en descargar la tensión acumulada, se aplica de forma lenta y con una presión firme y progresiva. Cualquier persona con un mínimo de conocimientos de masaje y buen sentido común puede aplicarlo. Siendo su efecto la relajación y disminución del tono muscular, a través de un contacto no agresivo por parte de la persona que lo aplica.
Lo más importante a la hora de realizar este tipo de masajes es actuar sobre los puntos de tensión del receptor, realizando las maniobras en las áreas de tensión (los mal llamados "nudos"), que principalmente se ubican en la espalda, músculo trapecio, erectores de la columna y musculatura masticadora. También hay que tener en cuenta, que quien realiza los masajes, este tranquilo y relajado, así podrá influir positivamente en el resultado del masaje, y lograr el objetivo deseado. Una de las formas más empleadas del masaje relajante es el "masaje sensitivo".

Se ha podido probar científicamente que el contacto con el cuerpo produce ciertos cambios, tanto a nivel físico como psíquico. Esto permite liberar las hormonas que generan una sensación de bienestar y de felicidad. El contacto transmite al sistema nervioso los impulsos que permiten aflojar los maltratados nervios.

El masaje actúa sobre la persona en profundidad y modifica su estado psíquico y físico. Si es repetido, podemos decir que es curativo. Por ejemplo, un niño con ansiedad al que le cuesta dormir, pasará noches mucho más tranquilas si alguno de los padres le da un masaje antes de acostarlo. Existen clases básicas que cada uno puede seguir para ofrecer un momento de descanso a sus allegados.

Los masajes profesionales permiten reducir el estrés que se encuentra en el inicio de muchas enfermedades. Van a liberar, a aliviar dolores, a mejorar el tránsito intestinal, la circulación sanguínea y linfática lo que permite una mejor eliminación de las toxinas. El paciente percibe con agrado su cuerpo, desarrollando su percepción y aumentando la autoestima y la valoración personal. Aflojando los puntos de estrés, el masaje favorece el equilibrio del cuerpo y su inmunidad.

Existen varias técnicas de masaje y cada una de ellas tiene un efecto particular.

Durante el masaje, se emplean diferentes técnicas para dirigir los resultados. El cuerpo será “rozado”. Esto son presiones ligeras ejercidas en movimientos lentos. Producen relajación. Si las presiones se hacen más firmes, van a estimular y a mejorar la circulación sanguínea y linfática. Más en profundidad, la palma de la mano va a masajear en pequeños círculos presionando para suavizar y descongestionar los tejidos. El cuerpo puede ser amasado para estimular el tono muscular, permitir la eliminación de las toxinas, de las grasas y acelerar la circulación sanguínea. Las células son así mejor oxigenadas.

La fricción es un vaivén de los dedos sobre la parte superficial del cuerpo que deshace los nudos y alivia el dolor. También es utilizada en los tratamientos anticelulíticos. El canto de la mano va a golpear rápidamente el cuerpo para estimularlo. Es empleado por ejemplo en el shiatsu, antes de trabajar los meridianos. La presión sobre un punto determinado permite desbloquearlos. Esta técnica, efectuada con un dedo, un puño ó incluso un pie, es utilizada sobre todo en los masajes asiáticos. El masaje por vibración es efectuado en general con un aparato. Libera y afloja.